domingo, octubre 12, 2008

Sobre la crisis financiera, la naturaleza humana y nuestra responsabilidad.


A colación de varios artículos que me recomiendan dos amigos, reabro hoy este blog con cierto entusiasmo para recomendar material sobre la crisis actual y sus causas, y comentar sobre nuestro papel como ciudadanos.

Gracias a mi amigo Félix, leo en 'el mundo' sobre el 'Crash de 2008', donde se describe muy bien la construcción de la crisis, sin entrar en matices políticos ni estrategias de fondo; y leo también sobre una de las consecuencias más inmediatas de la misma: el aumento del poder de la Reserva Federal de EEUU, a pesar de sus amplias controversias y detractores. Este incremento de poder parece confirmar los inquietantes análisis sobre la manipulación y el poder mundial que nos llegaban de la mano del siempre recomendable documental Zeitgeist (el análisis sobre el poder económico internacional comienza en el 3er bloque del documental, justamente en el instante 1h:14min:30s).

Noam Chomsky analiza también la crisis actual en un magnífico artículo que recibo de Zcommunications, 'Anti-democratic nature of US capitalism is being exposed. De forma resumida, Chomsky nos dice que tras la Gran Depresión del 29 se establecería un modelo de REGULACIÓN de mercados financieros avalado por cientos de representantes de 44 países. Éste modelo de regulación era el sistema Bretton Woods, que nacía como una concesión a la explosión de protestas sociales y movimientos obreros (llamados también 'las presiones del mercado'). Su propósito era el de frenar en alguna medida los movimientos especulativos del capital y su influencia en los mercados y en los gobiernos.

"The Great Depression and the war had aroused powerful radical democratic currents, ranging from the anti-fascist resistance to working class organization. These pressures made it necessary to permit social democratic policies. The Bretton Woods system was designed in part to create a space for government action responding to public will - for some measure of democracy.
(...) The Bretton Woods system of global financial management was created by 730 delegates from all 44 Allied Second World War nations who attended a UN-hosted Monetary and Financial Conference at the Mount Washington Hotel in Bretton Woods in New Hampshire in 1944"

Posteriormente en la década de los 70, Estados Unidos desestima las medidas del sistema Bretton Woods, considerando un nuevo 'derecho fundamental': la libre circulación de capital; que es en opinión de Chomsky y de muchos, la causa subyacente de la crisis especulativa que sufrimos.

In dramatic contrast, in the neoliberal phase after the breakdown of the Bretton Woods system in the 1970s, the US treasury now regards free capital mobility as a "fundamental right", unlike such alleged "rights" as those guaranteed by the Universal Declaration of Human Rights: health, education, decent employment, security and other rights that the Reagan and Bush administrations have dismissed as "letters to Santa Claus", "preposterous", mere "myths".

Chomsky trata también el aspecto antidemocrático del gobierno americano. Un único partido, el de las corporaciones privadas, con dos facciones: Demócratas y Republicanos. El mismo perro con distinto collar, aunque con matices distintos: estudios indican que en periodos de gobierno demócrata, los ingresos de la clase media crecen al doble de velocidad que durante el gobierno de los republicanos, y que los ingresos de la clases trabajadora pobre crecen seis veces más rápidamente.

The United States effectively has a one-party system, the business party, with two factions, Republicans and Democrats. There are differences between them. In his study Unequal Democracy: The Political Economy of the New Gilded Age, Larry Bartels shows that during the past six decades "real incomes of middle-class families have grown twice as fast under Democrats as they have under Republicans, while the real incomes of working-poor families have grown six times as fast under Democrats as they have under Republicans.

Termina el artículo instando a que nadie albergue verdaderas esperanzas de cambio con cualquiera de los dos partidos, y recordando que a lo largo de los siglos, las mejoras en legislación y bienestar social se han ganado mediante luchas sociales, sin ser regalos que nos caen de arriba.

Según Chomsky, esas luchas siguen ciclos de logros y retrocesos. Esas luchas deben ser libradas cada día, y no únicamente cada cuatro años, siempre con el objetivo de crear una sociedad verdaderamente democrática y efectiva, desde las urnas de votos hasta los lugares de trabajo.

Differences can be detected in the current election as well. Voters should consider them, but without illusions about the political parties, and with the recognition that consistently over the centuries, progressive legislation and social welfare have been won by popular struggles, not gifts from above. Those struggles follow a cycle of success and setback. They must be waged every day, not just once every four years, always with the goal of creating a genuinely responsive democratic society, from the voting booth to the workplace.

En esta misma línea, gracias a mi amiga Berta, leo 'La ideología del libre mercado está lejos de su fin' de Naomi Klein, donde reflexiona sobre la posible reacción de los ciudadanos de a pie ante la crisis y sobre reformas muy necesarias en distintos ámbitos. Naomi Klein, periodista canadiense autora del ensayo 'No logo' (2001), es también coautora del inspirador documental La Toma-The Take (2004), sobre la recuperación por un grupo de trabajadores de una fábrica desmantelada en su lucha/supervivencia contra la crisis argentina.

En relación con el papel en esta crisis de los ciudadanos, nosotros, también de Berta recibo otro interesante artículo, del blog ciudadanoenblanco.blogspot.com, donde se analiza la crisis desde una perspectiva española, encontrando su origen en la naturaleza humana (avaricia, egoísmo, estupidez), y proponiendo algunas soluciones (acabar con la acumulación injusta de recursos, con la desigualdad, con la escasez...) en las que bien podríamos participar muchos de nosotros.

Yo personalmente percibo que esa avaricia desmesurada se muestra diáfanamente en muchas personas con verdadero poder en el mundo. También me doy cuenta de que nuestra sociedad occidental fomenta injustamente, en detrimento de absolutamente todos, la individualidad, el egoísmo,la insolidaridad, etc. Sin embargo, no creo que la naturaleza humana, o el ser humano, sean en sí mismos negativos... entre otras cosas porque significaría que no habría solución. Yo quiero creer que los seres humanos albergan al mismo tiempo tendencias positivas y negativas, y que todas las personas pueden elegir expresar plenamente cualquiera de las dos.

En mi opinión, de lo que sí somos responsables es de PERMITIR que sean las personas más ambiciosas las que gobiernen el mundo, y creen leyes, y definan nuestro forma de vivir, y nos dicten las cosas a las que damos importancia en nuestra vida y las ideas en que creemos. Somos responsables creo yo de DELEGAR la gestión de la sociedad en personas claramente ambiciosas, incompetentes e insensibles. Somos responsables a veces de aferrarnos a nuestra parcela de confort y aceptar roles pasivos en la sociedad, de asumir en ocasiones la desesperanza de que nada puede cambiar y nada podemos hacer. Somos responsables de pensar que si existe algo que se puede hacer o algo por lo que se deba luchar, no es cosa nuestra, o ya lo harán otros, o que bastante complicadas son ya nuestras vidas; o lo que es lo mismo, ser en definitiva responsables de DELEGAR la protesta, la reivindicación, la lucha (no violenta, al menos para mí) hacia una revolución necesaria en la forma de conducir el mundo.

Ante la inoperancia del neoliberalismo, muchos nos preguntamos si existen modelos alternativos de gestión económica y social. La respuesta es que sí. Como ejemplo, el caso de Parecon o Economía Participativa, un sistema económico en el que en palabras de su creador, Michael Albert: (1) el consumo de una persona es acorde a su esfuerzo y sacrificio; (2) el trabajo de cada persona se equilibra para que sea igualmente deseable y enriquecedor, y (3) asambleas autogestionadas de trabajadores y consumidores proponen y revisan qué trabajo y qué consumo realizarán, hasta que los propios trabajadores y consumidores lleguen por consenso a una propuesta equitativa que además haga un uso eficiente de los recursos de la sociedad – mediante un procedimiento de autogestión llamada 'planificación participativa'.


¿No sería ideal encontrar un camino a recorrer, sin terremotos de poder ni derramamientos de sangre, para pasar de nuestro sistema actual a un sistema igualitario como Parecon?
Gracias a los creadores del sistema, ese camino ya existe y ya se está recorriendo.



Esperando no haber traspapelado ninguna idea de los artículos que cito aquí, os agradezco vuestra lectura.
Hasta el próximo post o/y comentarios.