
Estos días distintas voces alertan sobre la importancia de concretar cuanto antes las reivindicaciones del movimiento 15M en un consenso de mínimos. Sin embargo otras voces llaman a no precipitarse y a recordar que se hace camino al andar, y para no excluir a nadie y hacerlo bien, se requiere tiempo y diálogo.
Yo al menos en una semana he pasado de temer por la volatilidad de todo esto, a darme cuenta de que empieza a dibujarse una estructura y una forma de trabajar que arroja avances clarísimos, como prueba la excelente organización de la asamblea de Sevilla del pasado sábado 28/05; o el éxito de la manifestación del 29M en Sevilla con una fluencia de 20.000 personas (enlace), o de 5.000 según el Diario de Sevilla (enlace) o de 3.000 según ABC (enlace); o la primera reunión nacional con delegados de 30 ciudades sobre la que pronto nos llegará algún resumen; o las protestas reflejo de Atenas (más de 30.000 personas en el 5º día) y París entre otras. Comprendo ahora que no tenemos tanta prisa, y menos aún si la prisa supone debilitarnos.
En resumen encuentro yo dos perspectivas principales:
(A) Consenso de mínimos ¡Ya!
(B) Consenso de mínimos sí, pero consenso de verdad y sin descafeinar.
Para no extenderme mucho trato de recoger aquí algunas voces de la primera perspectiva, y dejo para la próxima entrada los argumentos a favor de la segunda y las primeras conclusiones.
(A) Consenso de mínimos ¡Ya!
Listo aquí 5 argumentos a favor de esta perspectiva (A), todos a mi parecer bastante lógicos, pero que como explicaré en el próximo post quizás no resistan un segundo análisis de mayor profundidad.
- Implicar a una base mayor de la ciudadanía en la medida que los puntos más polémicos se dejen a un lado;
- Demostrar que el movimiento 15M, a pesar de su heterogeneidad y su horizontalidad, tiene capacidad de tomar decisiones y marcarse objetivos consensuados y realistas a corto y medio plazo;
- Disipar el miedo a que las acampadas decaigan antes de tener objetivos consensuados que permitan dar continuidad a la protesta;
- Poder comenzar a trabajar y dialogar con la sociedad y el gobierno sobre cómo materializar dichos objetivos;
- Alcanzar un primer triunfo que no sólo refuerce la moral y la confianza del movimiento 15M, sino que convenza a sectores incrédulos de la sociedad.
Sé que me dejo muchos argumentos fuera, en parte por falta de tiempo y por el ritmo al que se está desencadenando todo, y en parte por la saturación de mensajes, canales y fuentes entorno al 15M (mensajes que en ocasiones incluso resultan contradictorios). Por mi parte sólo trato de aportar mi granito de arena dentro de este totum-revolutum de información, para hacer por comprender lo que está pasando y poder apoyar con más acierto.
¿Por qué insisto en comprender y reflexionar? Porque veo una acogida extraordinaria del movimiento, escucho a personas que inspiran con cada palabra, leo pancartas y manifiestos que te despiertan y te llenan de esperanza, pero también me ahogo a ratos en la confusión, provocada o no, y me entra cierto vértigo ante las manipulaciones que alerta la propia #democraciarealya, la izquierda, la derecha y algunos periódicos, no sé hasta que punto todas son ciertas. Creo que cuanto más seamos los que reflexionemos sobre el rumbo que está tomando esto, en mejor disposición estaremos de evitar cualquier manipulación interesada que pueda desvirtuar este movimiento.
Así que os pido por favor que dejéis en los comentarios cualquier punto que pueda aportar a esta semilla de reflexión conjunta. Esto ya ha empezado.
Como decía más arriba, continuamos en la próximo entrada. Gracias.